He visto cuatro buenas y poco ortodoxas (frase proverbial de un amigo cinéfilo) películas de Japón, Taiwán, China y Tailandia, a lo largo de un mes y medio... todas piratas de Polvos Azules, específicamente del irremplazable pasaje 18. A saber son (a continuación de los traillers de las pelis que vi van algunos datos biograficos sacados de Wikipedia):
Sharasojyu (2003) de Naomi Kawase
-Kawase Naomi (Nara, Japón 30 de mayo de 1969 - ) es una directora de cine. La mayor parte de sus trabajos son de corte documental, incluyendo Embracing (1992) que trata sobre la búsqueda de su padre quien la abandonó cuando era niña, y Katatsumori (1994), sobre su abuela, que la acogió.
Es graduada de la Osaka School of Photography (entonces Escuela de Artes Visuales) en 1989.
Zui hao de shi guang (2005) de Hou Hsiao-Hsien
-De la etnia Hakka, Hou Hsiao-Hsien huyó de la provincia de Guangdong a Taiwán junto a su familia en 1948 para escapar de la Guerra Civil China. La familia se instaló en Fengshan, la ciudad principal del sur de la isla, y Hou recibió su educación en la Academia Nacional de las Artes de Taiwán.
Hou realiza generalmente dramas minimalistas que retratan las agitaciones de la comunidad taiwanesa y en ocasiones, la china, durante el siglo XX, a través del impacto que estas tienen sobre la vida individual de un personaje o de un pequeño grupo e ellos. Tierra de desdicha (1989), por ejemplo, muestra a una familia que se ve sumergida en los conflictos ocasionados por la llegada de los nacionalistas chinos después de la Segunda Guerra Mundial. A pesar de su naturaleza más independiente que comercial, la película resultó exitosa y fue alabada por la crítica.
Dirigió la película japonesa Café Lumière (2003) para el estudio Shochiku como homenaje al director Yasujiro Ozu. La película se estrenó durante el festival conmemorativo del nacimiento de Ozu, y trata temas reminiscentes de la filmografía de este, como las tensiones entre padres e hijos y entre tradición y modernidad.
Su narración es oblicua y su estilo está sembrado de tomas largas en las que apenas se mueve la cámara, pero intrincadamente coreografiados por los actores. Hou improvisa frecuentemente para conseguir el efecto natural deseado en las tomas. En los últimos años, aun sin abandonar su austeridad característica, ha desarrollado una cinematografía más sensual, posiblemente debido a la influencia de su colaborador, Mark Lee Ping-Bin. El colaborador principal de Hou a la hora de preparar los guiones desde mediados de los años 80 es el escritor Chu Tien-Wen. En sus películas también ha colaborado el celebrado titiritero Li Tien-Lu, más notablemente en la película, El maestro de marionetas (1993).
Las películas de Hou han recibido varios premios de festivales internacionales como el Festival de Cine de Venecia, el Festival de Cine de Berlín, el Festival Internacional de Cine de Hawaii y el Festival Tres Continentes de Nantes. Seis de sus películas hasta la fecha han sido nominadas a la Palma de Oro por mejor película en el Festival de Cine de Cannes, siendo la última, en 2005, Tiempos de amor, juventud y libertad .
Shijie (2004) de Zhang Ke Jia
-Jia Zhangke (Shanxi, 1970) es un director de cine chino. Nació en 1970 en Fanyang, en la provincia de Shanxi, China. Se licenció en la Academia de Cine de Pekín y realizó su primera película, Xiao Wu, en 1998. Actualmente vive en Pekín y participa activamente en el desarrollo del cine independiente en China.
Y Sud sanaeha (2002) de Apichatpong Weerasethakul
-Apichatpong Weerasethakul, nacido en 1970 en Bangkok, es un director de cine independiente tailandés. y criado en Khon Kaen, en el noreste de Tailandia. Es licenciado en arquitectura de la Universidad de Khon Kaen y obtuvo un Master en Bellas Artes en The School of the Art Institute de Chicago. En 1999 fundó Kick the Machine, una compañía que se dedica al fomento del cine experimental e independiente.
Las coordenadas generales del cine que realizan estos cuatro directores son: el empleo de actores no profesionales (salvo en el segundo caso), el uso de planos largos y de preferencia con la cámara estática, la significativa reducción de los dialógos (excepto en el tercero) y el desarrollo de una sutil problemática que es comprendida a cabalidad (o al menos creí haberlas comprendido) conforme avanza la historia.
Bueno, ya lo saben, a mirar hacia oriente.
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