El Trípode de Helena es un blog personal. En la parte superior de la columna izquierda, verán mi retrato y debajo una breve biodata. A continuación, están organizadas las entradas según los temas recurrentes y según la fecha en la que fueron publicadas. Si a alguno de ustedes le intriga el título del blog, de click aquí. Si están interesados en descubrir más acerca de la imagén del encabezado, entren aquí.

viernes, 29 de agosto de 2008

Al revés, siempre al revés


Estoy comiendo toffees y escuchando a Carmina Cannavino (le debo una entrada, pronto la escribiré), reconfortado porque he terminado de leer una de las novelas más raras que han caído entre mis ajadas manos, estoy hablando de À rebours (1884, traducida como Al revés o A contrapelo, aunque lo ideal sería un doloroso Contra natura). Es la vida y obra del excéntrico aristócrata Jean Floreissas des Esseintes, quien cansado de la vida moderna decide fugarse del mundo para crear su propia estancia artificial en las afueras de Paris en una pequeña casa ubicada en Fontenay-aux-Roses, no sin antes haber vendido el castillo familiar de Lourps.
Es necesario para que quede claro cual es el mensaje (algunos son lentos) que transcriba no una parte de este precioso libro, sino el epígrafe que abre la novela: Es preciso que yo me divierta / por encima del tiempo… aunque / el mundo sienta el horror de mi re- / gocijo y su grosería no sepa lo / que quiero decir. Esta cita pertenece a Rusbrock el Admirable, un sabio belga del siglo XIII que escribió sobre el misterio de la Trinidad.
Un primer episodio nos narra la desazón del hombre hastiado por el spleen que ya había identificado Baudelaire. En el segundo nos muestra el acondicionamiento de su nuevo hogar, en donde busca los colores, las pieles, las maderas, los metales más exquisitos que se vean bien con la luz artificial de las bombillas y no con el vulgar resplandor del sol. En el tercero, reflexiona sobre la vida moderna y el poder sagrado del artificio, de la imaginación. En el cuarto, hace un recuento de la literatura latina desde el siglo I a.C. hasta el X d.C. demostrando su gusto por los autores de la mal llamada decadencia. En el quinto, narra su gusto por los licores finos y los compara con los instrumentos musicales y habla sobre su única mascota, una tortuga a la que manda poner rubíes en el caparazón y bañar en oro. En el sexto, de sus gustos pictóricos, especialmente por Goya y por Gustave Moreau. En el séptimo, de cómo trata de pervertir a un jovenzuelo acostumbrándolo al trato de las prostitutas. Del catolicismo y su educación con los Padre jesuitas en la juventud en el octavo. En el noveno, de las flores más antinormales y de una pesadilla con el monstruo de la Sífilis. En el décimo, de sus amores perversos con una malabarista, una ventrílocua enana y un colegial vicioso. En el undécimo, de los perfumes y como crea nuevas formas olorosas. En el duodécimo, de su hipotético viaje a Inglaterra, que casi se concreta hasta que se dio cuenta de que podía evadirse con la fantasía y nada más. En el décimo tercero, de la literatura religiosa francesa del siglo XIX. En el décimo cuarto, del progreso de su enfermedad que lo lleva hasta permanecer en cama. En el antepenúltimo, de la literatura secular francesa del siglo XIX. En el siguiente, de sus refinadas inclinaciones musicales, que prefieren el canto gregoriano sobre la orquestación y la pompa, y sus lavativas nutricionales, peculiar forma de absorber el alimento desde el ano. Y en el último, de su forzoso regreso a Paris, en pro de su minada salud y de eliminar la terrible neurosis que lo persigue.
Ese es Des Esseintes… el mejor amigo espiritual que conozco. Un hombre que ha pasado por la lujuria y el satanismo de las misas negras y que, sin embargo, ruega al Señor perdón y fe en el párrafo postrero del libro. No sorprende que unos años después de la publicación, el autor (Joris-Karl Huysmans) se haya pasado al lado cristiano también. Solo en Dios se puede soportar la repugnancia real del mundo contemporáneo, privado del genio clásico y de la ingenuidad medieval.

viernes, 22 de agosto de 2008

"Existe un segador cuyo nombre es la Muerte y tiene los poderes de Dios."


Existe un monumento tan alto y tan perfecto que su esplendente reflejo puede perdurar por generaciones innúmeras sin decrecer en carácter, maravilla y dignidad. Tal es su poder y su majestuosidad que sus adversarios sucumben con solo mirarlo y con mirarlo buscan más. Es una obra del ingenio humano cuyas partes parecen más divinas que el artífice y más eternas que Dios. Es la inspiración totalizadora de la quintaesencia del neoexpresionismo cinematográfico. Es Berlin Alexanderplatz.
Casi 900 minutos de película hacen de esta obra -en cualquier sentido- una de las más grandes de todo el cine alemán. Considerado el testamento de Rainer Werner Fassbinder, filmada entre 1979 y 1980 en 16 mm., debe ser sin duda la mejor adaptación al cine de una novela (espero poder conseguir el libro de Alfred Döblin escrito en 1929 para ratificar mi opinión aunque eso sea difícil), sin embargo entre más trata Fassbinder de ser fiel al original impreso, más ideas, sueños y ambiciones deposita en el producto final.
En el marco del Festival de Cine la gente del Goethe Institut -con quienes siempre estaré agradecido, sobretodo al buen hombre que se encargaba del proyector- decidió presentar esta extensa película. El jueves tuve la suerte de asistir a la última función de las 7 programadas. Pero algo peculiar ocurrió en la sesión final, parece que alguien había visto mal el tiempo y había decidido exhibir sólo 13 capítulos. Al finalizar las dos horas de proyección, la gente se empezó a retirar (los cuatro gatos, recuerdo que la primera sesión había media sala llena), sin embargo cinco personas nos dimos cuenta de que faltaba el epílogo… le pedimos al encargado que lo pusiera y él accedió. Pensábamos que sería corto y resultó ser el capítulo más largo y más personal de la serie, que nos tuvo otras dos horas sentados. Así, después de cuatro horas de buen cine, salí de la sala a las 11:30 p.m. Estaba tan adormecido por el frío, la garúa y lo que había visto que esa noche no abrí la boca para nada. Creo que hasta mis sueños fueron mudos. Una frase que continuamente repetía Franz Biberkopf (nombre del protagonista de la ficción) cruzó mi mente toda la mañana siguiente:
Exite un segador cuyo nombre es la Muerte y tiene los poderes de Dios.

sábado, 16 de agosto de 2008

Tetragrámaton

Cuatro mujeres a las que adoro porque son preciosas, son cantantes y son divas, en sus respectivos países y más allá de ellos también. Algunas son ángeles; otras, demonios o fieras.

Amy Jade Winehouse, nació un día antes que yo, un 14 de septiembre; y unos cinco años adelantada, es decir, en 1983. Es la cantante británica más importante de la primera década del siglo XXI y aunque muchas veces no pueda ni mantenerse de pie en el escenario, eso a nadie le importa porque esa voz grave de intérprete negra que nace de su garganta cuando canta soul la hace irrepetible y magistral. Otro punto más a su favor: es compositora de su música. Y que me dicen de ese peinado, lo trajo de Dios sabe que alucinada época.

Leslie Feist, más conocida como "Feist" simplemente, tiene varias nominaciones al Grammy en su haber. Nacida en Nueva Escocia el 13 de febrero de 1976. Por ser canadiense goza de la posibilidad de tener un doble repertorio de temas tanto en francés como en inglés. Es una cantautora solista, de ojos grandes y rostro alargado, que se mueve muy bien en el plano musical de lo indie. Todo el mundo la saca por esa pegajosa canción que fue una de las más descargadas de la página de iPod. Hasta hizo una adaptación para niños de dicho tema en el programa Plaza Sésamo.

Emily Loizeau, es una compositora e intérprete francesa, nacida el mismo mes que la anterior artista pero el día 7 y un año antes, es decir, en 1975 en Neuilly-sur-seine. De padre francés y madre inglesa tiene todas las características de Feist pero en proporción inversa, dominando su producción los temas en lengua gala. Con el éxito que representó L'autre bout du monde (2oo6) comienzó su carrera internacional. Recuerdo cuando la escuché por primera vez en un evento organizado por la Alianza Francesa: Lúdica y delicada.

Por último, en terrenos más sudamericanos, la argentinísima Alina Gandini, hija del célebre compositor Gerardo Gandini. No logré encontrar exactamente cuando nació pero por ahí sale que tiene 38 por lo que asumo que debe ser de 1970 más o menos. Ha editado un disco solista con su banda Hotelera. Es una selección de covers de canciones clásicas del rock argentino de los '80, pero en clave de jazz con esa voz melosa que le sale al cantar. Para oídos extremadamente glamorosos.

Aquí están mis cuatro diosas del Olimpo melódico, pero no soy avaro, si las queréis, compartamos.

viernes, 15 de agosto de 2008

¿Quién dice que los "bloggers" no miramos el mundo?


Blog Action Day 2008 Poverty from Blog Action Day on Vimeo.


El 15 de octubre se realizará el Día del Blog en Acción, nombre por lo demás estrambótico pero que sin duda suena mejor en inglés. El objetivo de este día es básicamente uno: cambiar el tema de la conversación, hablar de algo realmente importante, ser conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor. Una propuesta, la pobreza. Para esto la página web http://blogactionday.org/ da algunas recomendaciones para los blogs como el mio: "A Personal Blog might document a personal activity of the blogger that is helping the disadvantaged." Pues bien, ni corto ni perezoso aprovecho la oportunidad para promocionar una actividad en la que estoy metido hasta el cuello desde hace casi un año, el Magis. El Magis es un voluntariado para jóvenes universitarios dirigido por la Compañía de Jesús, trabaja en diferentes zonas de riesgo de la capital, los fines de semana, en labores de nivelación escolar, actividades recreativas y acompañamiento. Es una forma de salir de los estrechos límites de nuestro imaginario mundo, y ayudar. En mi caso, soy parte del Magis Asilo Canevaro que realiza visitas a un hogar de ancianos. Si quieres mayor información puedes entrar a: http://magiscanevaro.blogspot.com/ . Caso contrario, si deseas levantarte de ese monitor al que estás pegado todo el día y hacer algo productivo por la sociedad, aquí pongo el flyer de la convocatoria de este semestre. Animaos.


miércoles, 13 de agosto de 2008

La vita delle Festivale


Atonito, mirando la cantidad de películas que mi presupuesto no me dejaba ver, me aventuro por tercer año a visitar los recovecos de Latinoamérica en busca de Dios sabe que cosas. Recuerdo un ojo horrible degullendo bobinas como si fueran tallarines quemados. Bueno, me he cansado de escribir así que mejor los animo con un primer videillo, grabado por una gentil colaboradora de este espacio, aunque claro ella no lo sabe porque me he pirateado su material, en fin, aquí verán nuestro avistamiento de la actriz María de Medeiros la sensual Anaïs Nin de Henry and June (1990) o la pareja de Bruce Willis en Pulp Fiction (1994), jueza este año del 12 Festival Latinoamericano de Cine de Lima.


Y ese era el Diego, obsesionado por María. En fin si no la vieron no se preocupen, nosotros tampoco lo hicimos esa vez. A continuación, una pequeña apología del café, única bebida que nos permitió soportar esos días tan cinéfilos. Recomiendo ver la película de Jarmush: Coffee and Cigarettes (2003).


En la cola de la Sala Azul. Luego dicen que nadie va al Festival. Tuvimos que comprar las entradas con dos semanas de anticipación, sin embargo, Rosita, que nos acompaño el día anterior a ver una película gratis de Leonardo Favio (sí, el mismo de O quizas simplemente le regale una rosa...) logró conseguir la última entrada para esa función. Si tuviera esa suerte también hubiese podido ver Dioses (2008) de Josué Méndez.


Para acabar, el propio Lisando Alonso presentando su obra más reciente Liverpool (2008) con el nada peculiar humor que lo caracteriza. Felizmente no sucedio como con Te acuerda de Lake Tahoe (2008) en donde no fue el director sino la protagonista (Daniela Valentine) quien presento el film, una hora después la veríamos desnuda en pantalla gigante. Cuando la volvimos a ver afuera de la sala supimos porque había hablado tan intimidada.

Esas serian algunas ocurrencias de la fiesta del cine, que más parece jolgorio y que está bien. Agradezco de nuevo a la camarógrafa que pronto va a hacer una labor parecida en la tierra de Bergman. Cuidaos. No se pierdan.