Cuatro mujeres a las que adoro porque son preciosas, son cantantes y son divas, en sus respectivos países y más allá de ellos también. Algunas son ángeles; otras, demonios o fieras.
Amy Jade Winehouse, nació un día antes que yo, un 14 de septiembre; y unos cinco años adelantada, es decir, en 1983. Es la cantante británica más importante de la primera década del siglo XXI y aunque muchas veces no pueda ni mantenerse de pie en el escenario, eso a nadie le importa porque esa voz grave de intérprete negra que nace de su garganta cuando canta soul la hace irrepetible y magistral. Otro punto más a su favor: es compositora de su música. Y que me dicen de ese peinado, lo trajo de Dios sabe que alucinada época.
Leslie Feist, más conocida como "Feist" simplemente, tiene varias nominaciones al Grammy en su haber. Nacida en Nueva Escocia el 13 de febrero de 1976. Por ser canadiense goza de la posibilidad de tener un doble repertorio de temas tanto en francés como en inglés. Es una cantautora solista, de ojos grandes y rostro alargado, que se mueve muy bien en el plano musical de lo indie. Todo el mundo la saca por esa pegajosa canción que fue una de las más descargadas de la página de iPod. Hasta hizo una adaptación para niños de dicho tema en el programa Plaza Sésamo.
Emily Loizeau, es una compositora e intérprete francesa, nacida el mismo mes que la anterior artista pero el día 7 y un año antes, es decir, en 1975 en Neuilly-sur-seine. De padre francés y madre inglesa tiene todas las características de Feist pero en proporción inversa, dominando su producción los temas en lengua gala. Con el éxito que representó L'autre bout du monde (2oo6) comienzó su carrera internacional. Recuerdo cuando la escuché por primera vez en un evento organizado por la Alianza Francesa: Lúdica y delicada.
Por último, en terrenos más sudamericanos, la argentinísima Alina Gandini, hija del célebre compositor Gerardo Gandini. No logré encontrar exactamente cuando nació pero por ahí sale que tiene 38 por lo que asumo que debe ser de 1970 más o menos. Ha editado un disco solista con su banda Hotelera. Es una selección de covers de canciones clásicas del rock argentino de los '80, pero en clave de jazz con esa voz melosa que le sale al cantar. Para oídos extremadamente glamorosos.
Aquí están mis cuatro diosas del Olimpo melódico, pero no soy avaro, si las queréis, compartamos.
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