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sábado, 17 de julio de 2010

La autentica realidad es que la ficción existe. Modelo deconstructivista-semiótico-retórico de la realidad, la ficción y la literatura


1. PROSPECTUS

El presente trabajo pretende desarrollar un esbozo teórico para la constitución de un modelo retórico-semíotico sobre la dinámica interna de la realidad (tema inmenso), nutrido además de los aportes de las principales teorías de la ficción estudiadas durante el presente semestre. La concisión de la exposición y la formulación de categorías para explicar los fenómenos estudiados pueden sugerir una superficialidad de análisis que pretende ser salvada con futuras aplicaciones explicativas sobre la base del presente modelo.

2. CENTRO: PARADOJA ESTRUCTURAL

La teoría deconstructivista de Derrida pretendía abordar el problema de la configuración de las estructuras desde su paradoja fundamental: que su centro, por definición único, constituía dentro de una estructura justo aquello que, rigiendo a la estructura, escapa a la estructuralidad. Esto determinaba que dichos centros se encuentren dentro de y fuera de la estructura, simultáneamente. La paradoja está presente en todo tipo de configuración estructural, red simbólica, modelo de mundo o esquema abstracto de cualquier orden, sea este cognitivo, ético o estético.

Pensar la realidad como una estructura puede conducir a un equivoco similar. Dado que los hechos inconexos se interrelacionan mediante relaciones de todo tipo en la mente humana, formando estructuras, entonces puede suponerse que lo que establece, jerarquiza y valida dichas relaciones, lo que las construye y las aprueba, las mantiene y ratifica, las pone en duda y cambia; no fue construido, ni ratificado, ni puede ser puesto en duda por la misma entidad que hace uso de aquel centro como punto de apoyo para la elaboración continua de sus propios esquemas estructurantes. El centro se torna rígido y su esclerosis contagia al resto del conjunto. A partir de ese momento, la estructura, que es para nosotros la realidad, vuélvase univoca y se fija. No varía. Aparenta ser eterna y, por lo tanto, se empieza a creer en el centro dogmáticamente.

Pero, el régimen de la realidad no es ontológico. No existe como una entidad independiente de la construcción con la que es aprehendida. La realidad es el procedimiento estésico-cognitivo, es el método. Y su centro no va más allá de la aplicación concreta de este método. El centro es el método.

2. REALIDAD/TEXTO: EL CANAL DEL MÉTODO

Todo texto es una apertura, una apertura metodológica que permite la trasformación del sistema perceptivo del agente hermenéutico que se confronta con él, sea este una cultura, una comunidad o un individuo. Por lo que no es factible una interpretación sin método. La transformación de estos sistemas perceptivos es lo que denomina Schmidt como aprendizaje.

La realidad es la estructura textual responsable del aprendizaje humano. Su contacto enriquece experencialmente al sistema perceptivo, dotándolo de una mayor complejidad y coherencia internas, lo que a su vez permite que el sistema capte nuevas facetas, ilumine dimensiones ocultas, de dicha realidad y la expanda.

3. UNIDAD MÍNIMA DE REALIDAD

Pero, la realidad es un texto especial. Es un texto infinito. Lo que en términos de Saussure podría expresarse como un continuo sonoro. Aunque cabría aclarar que se trata específicamente de un continuo semántico. La experiencia es infinita, y es a la par de vivida, simultáneamente concluida y estetizada. Se le otorga un carácter total a lo infinito y se cierra. Pasa de la esfera de lo experencial (ético-volitivo) a la de lo discursivo (estético-formal), como señala Bajtín.

Estos cortes o cisuras conforman y delimitan en segmentos aspectuales el tempo infinito de la realidad. Cada segmento, al ser actualizado, se convierte en una Unidades Mínima de Realidad (UMR). Como es imposible soportar el peso del material cognitivo, ético y estético recolectado experencialmente, se crean las famosas enciclopedias, que permiten ordenarlo para ser encontrado y reutilizado con mayor facilidad. La memoria representa aquella biblioteca que contiene todos los tomos. Y las UMR una vez usadas, no se desechan, permanecen como las fichas bibliográficas que nos orientan en medio de ese archivo inmenso.

3. ENCICLOPEDIA DE LA REALIDAD ACTUAL

Sin embargo, las enciclopedias poseen dos características muy distintas relacionas con su pertinencia: la potencialidad y la actualidad. La primera es propiedad distintiva de las enciclopedias no útiles o innecesarias en un contexto de interpretación de la realidad determinado; la segunda, de las imprescindibles para la labor hermenéutica.

En ese sentido, la enciclopedia real de Eco y la enciclopedia ficcional de Dolezel, son dos aspectos intercambiables de un único banco de datos que es visto a través del atributo pragmático de la pertinencia textual en la interpretación, de una manera u otra, alternativamente.

La Enciclopedia de la Realidad Actual (ERA) es aquella que utilizamos siempre, porque nunca interpretamos sin un centro/método y sin una enciclopedia. Aunque su configuración interna y su centro varíen constantemente. En el presente de la «hermeneusis», las otras enciclopedias son virtuales, inexistentes y solo las suponemos como posibles hasta que nos son requeridas por la realidad.

4. INTERACCIÓN/INMERSIÓN: GRADOS

Tal y como lo indica Ryan, existen tres tipos de escenarios teatrales (textuales): los no interactivos, los interactivos y los inmersivos. Resultan los primeros del modelo clásico en el que los actores están separados del público mediante una delimitación precisa del espacio del escenario; en el caso de los segundos, está separación no es tan precisa, pero se mantiene la diferencia entre los agentes interactuantes, se distinguen sus funciones separadas de ejecutantes y espectadores; en cambio, en el tercero no existe ningún tipo de distinción, como en las fiestas comunales, los ritos folclóricos o las festividades agrícolas. El carnaval bajtiniano es un ejemplo claro de este último tipo, llevado al extremo de la reversión.

Resulta ocioso aclarar que está clasificación es puramente didáctica: no existe un escenario textual no interactivo, y lo que es aún más importante, no inmersivo. La delimitación del grado de interacción o inmersión se puede definir por medio de múltiples variables, aunque una resulta mucho más precisa: la saturación.

Dolezel establece la relación entre las texturas textuales (cantidad y calidad de los elementos, propiedades y sucesos) y los modelos de mundo (intencionalidades) que se logran establecer a partir de ellos:

TEXTURA MODELOS

1) Explícito Determinados

2) Implícito Indeterminados

3) Cero Huecos

En 3 estamos ante un escenario no interactivo; en 2, ante uno interactivo; y en 1, ante uno inmersivo. En la identificación completa con la representación, esta se confunde con la experiencia autentica, con el aprendizaje directo, porque es la experiencia misma. Nada está oculto, la libertad del desplazamiento marca la pauta de la inmersión explícita. La inmersión implícita (o interactiva) todavía no ha llegado a una identificación plena con la representación, es decir, de la hermenéutica del texto con la experiencia misma. En el caso de la inmersión cero (o no interactiva) entonces no se produce ninguna identificación entre la vivencia del otro, el que actúa, y la propia. A cada una de estás texturas le corresponde un tipo específico de enciclopedia preponderante:

1) Inmersión explícita Enciclopedia real (actual)

2) Inmersión implícita Enciclopedia ficcional (posible)

3) Inmersión cero Enciclopedia vacía (inexistente)

5. SISTEMA DE LOS POLIUNIVERSOS INMERSIVOS

Sobre la base de las apreciaciones anteriores podemos esbozar un modelo explicativo de las relaciones que se establecen entre la realidad como continuo semántico y la experiencia metodológica de interpretación de dicho complejo infinito.

Albaladejo diferencia entre un modelo de modelo de mundo verdadero (MV), uno ficcional verosímil (MFV) y otro ficcional no verosímil (MFNV). En el primero los escenarios, las acciones y los personajes forman parte de la enciclopedia real actual (ERA), y por lo tanto se trata de una inmersión explícita en el texto. En el segundo, la correspondencia es parcial, lo que determina su carácter ficcional, una enciclopedia posible y una inmersión implícita en el texto, con muchos segmentos incompletos que se deben superar para alcanzar la comprensión del conjunto. En el tercero, la enciclopedia está vacía, la inmersión es nula y por lo tanto, este mundo se presenta como adulterado y transgresor.

Pero, así como el universo textual de las obras literarias puede pasar de un grado a otro de saturación, la realidad también puede variar, según el enfoque que nos mantenga unidos a ella. Esta es la razón de porque tantas obras historias con el tiempo se tornan míticas o legendarias y pierden su primer carácter científico y objetivo. También explica los fenómenos inversos. El grado de inmersión ha cambiado y eso reconfigura las dimensiones de la enciclopedia, hace variar el método y quiebra el centro, descentrándolo, y colocándolo en otro lugar.

En la realidad efectiva, existen un sinnúmero de relaciones intertextuales, entre modelos de mundo distintos, pero se pueden establecer cuatro tipos principales, que condensan esta variedad:

RELACIÓN MODELO DE MUNDO LÓGICA

-Inclusión Sinecdótico Matemática

-Intersección Metafórico Analógica

-Contigüidad Metonímico Causal y temporal

-Inversión Antitético Contradictoria

Uno vive en medio de las relaciones de inclusión, intersección, contigüidad e inversión. Nos trasladamos de regimenes regulares a regimenes más caóticos, incluso al mismo tiempo. Como si uno leyera varias obras a la vez, delimitándolas en cada momento y almacenándolas en la memoria para la ampliación de la enciclopedia en modo potencial, hasta que estos datos salgan a flote en el instante necesario, mediante el mecanismo del recuerdo. Un recuerdo que mezcla los componentes y nunca devuelve la experiencia tal y como se dio.

La acción de la aprehensión del texto de la realidad se da mediante el continuo flujo entre un universo y otro, entre una Unidad Mínima de Realidad a otra, que a su vez se convierte en la nueva UMR. Y como explique antes, esto puede darse de forma intersectiva (entre dos universos inmersivos), contigua (de un universo a otro mediante relaciones causales y temporales), inclusiva (en el caso de universos inmersivos concéntricos) e inversiva (la negación de un universo o lo que es lo mismo, la construcción a partir de él, de su contrario).

6. CONCLUSION SEMIÓTICA

Landowski establece que los regimenes de interacción y de sentido son cuatro:

INTERACCIÓN COMPETENCIA/ROL SENTIDO

Programación Rol temático Insignificancia

Ajuste Competencia estésica Hacer sentido

Accidente Rol catastrófico Sin sentido

Manipulación Competencia modal Tener significación

En base a esto uno puede explicar el campo de la significación (Manipulación y Programación) con el de la Prudencia y el campo del sentido (Ajuste y Accidente) con el de la Aventura. Por otro lado, los roles se diferencian de las competencias porque las primeras son un Hacer y las segundas un Saber. Pero, lo que nos puede permitir juntar estos aportes de la semiótica de las interacciones con los de la teoría de la ficción y los campos retóricos es la siguiente:

INTERACCIÓN MODELO DE MUNDO

Programación Sinecdótico

Ajuste Metafórico

Accidente Antitético

Manipulación Metonímico

Solo determinando esto podremos entender fenómenos tan interesantes como el de la estetización de la vida cotidiana y el de su literaturización paulatina, mediante la inclusión de elementos retóricos procedentes de otros dominios y campos del saber como los nuevos medios audiovisuales, el Internet, etc.


BIBLIOGRAFÍA

BAJTÍN, Mijaíl. La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento. El contexto de François Rabelais, Barcelona, Madrid, Alianza Editorial, 1987.

DERRIDA, Jacques. La escritura y la diferencia. Barcelona, Editorial Anthropos, 1989.

DOLEZEL, Lubomír. Heterocósmica. Ficción y mundos posibles. Madrid, Arco, 1999.

GARRIDO DOMÍNGUEZ, Antonio [compilación de textos, introducción y bibliografía]. Teorías de la ficción literaria. Madrid, Arco, 1997.

LANDOWSKI, Eric. Interacciones riesgosas. Lima, Edición artesanal, 2007.

MARTÍNEZ BONATI, Félix. La ficción narrativa. Su lógica y ontología. Santiago, Editorial LOM, 2001.

RYAN, Mary-Laure. La narración como realidad virtual. La inmersión y la interactividad en la literatura y los medios electrónicos. Barcelona, Paidos Ediciones, 2004.

1 comentario:

Tu amigo dijo...

Ay... tanta huevada les metan en la cabecita a mis amigos los literatos. Cuidado, vas a terminar como el pobre Mondoñedo disertando públicamente sobre el orgasmo y la angustia y el Otro y el significante ....
Ya me parecías raro ya.