Probablemente, lo más gratificante de está octogésima entrega del Oscar haya sido que el star system norteamericano pasara a segundo plano y, en cambio, fuesen cuatro europeos y los un tanto eclécticos hermanos Coen, los que se coronaran en las categorías más importantes de la velada. No pienso repetir todas las tonterías que se han escrito en apenas un día desde conocidos los resultados, ni voy a enumerar a los ganadores uno por uno para aburrir más a quien me lea. Eso se lo dejo a los seudocríticos de pacotilla. Yo, prefiero comentar sueltamente y punto.
El poco promiscuo (cinematográficamente hablando) Daniel Day-Lewis tenía merecida la estatuilla, y me parecío significativo cuando recibió el premio, arrodillado, de manos de la "reina" Helen Mirren, claro todo tiene sentido cuando sabes que los dos son brítanicos. En cuanto a Javier Bardem, no hay palabras que expresen toda la complacencia masoquista que experimente mientras lo veía cinco veces más grande, matando con las esposas al desprevenido guardia que lo acababa de detener. Por cierto, parece que le quieren dar otro premio únicamente por ser español. Una cosa que me pesa es que Cate Blanchett no haya ganado alguna de sus dos nominaciones. Era mi favorita indiscutiblemente. En fin, me reconforta saber que no ganó tampoco Julie Christie, sino la francesa (cuanto tiempo desde que no gana una francesa, casi medio siglo) Marion Cotillard, de quien sólo tenía noticia por la película de Ridley Scott, A Good Year (2006), por lo que espero con ansias el estreno de la cinta La Môme (sí, ese es el verdadero título de esta cinta que tambien ganó por mejor maquillaje) aquí en mi subecuatorial país. Otra hija de la reina Isabel II, me refiero a Tilda Swinton ganó una estatuilla, en la categoría de mejor actriz de reparto. Merecido (aunque no tanto como Cate), porque la película la hacen ella y Tom Wilkinson.
Pero, fueron Ethan y Joel Coen los que "brillaron" (que fea palabra) en la premiación recibiendo dos oscares (mejor guíon adaptado y mejor director) y su filme No Country For Old Men (2007) fue el trinfador de la noche al ser reconocido como el mejor. Cabe acotar el peculiar sentido del humor de los Coen (sobretodo de Ethan) y su parquedad natural, algo que expresan muy bien en sus obras.
Hubieron algunas cosas más que resaltar, como la mejor canción del filme Once (2006), Falling Slowly, que le arrebató el premio (gracias a Dios) a las tres de Enchanted (2007). También la mejor partitura músical para Atonement (2007) que tiene una pieza muy peculiar construída en base al sonido de una máquina de escribir. El mejor vestuario lo obtuvó Elizabeth: The Golden Age (2007) y la dirección artística fue para la genial obra musical de Tim Burton, Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street (2007). Y por supuesto, el Oscar para el mejor guión original se lo llevó Diablo Cody, una antigua bailarina de strep-tease por Juno (2007), la única de las cinco películas nominadas que no tenía una temática sombría.
Ese fue el Oscar 2008, para variar, tan aburrido como siempre.
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