martes, 25 de marzo de 2014
Dafne
Me mira, sé que me mira. Me espía entre los matorrales desnuda y goza con mi cuerpo. Y yo lo dejo, lo dejo desear algo que nunca alcanzará porque encarcelar la mirada de un dios es mejor que ser asediada por sátiros apestosos y estúpidos humanos. Pero no le entregaré la llave de mi cuerpo. Me la tragaré, la haré macerar en mi interior hasta que sea un ácido que escupiré en su rostro para arruinar su belleza. Soy la vengadora de Pitón, una serpiente que no podrá vencer porque matarla implicaría perder, al mismo tiempo, la ponzoña y el antídoto. Te vengaré hermano reptil. Yo también soy hija de las aguas. Y las aguas han sido desde siempre… enemigas del Sol.
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