El Trípode de Helena es un blog personal. En la parte superior de la columna izquierda, verán mi retrato y debajo una breve biodata. A continuación, están organizadas las entradas según los temas recurrentes y según la fecha en la que fueron publicadas. Si a alguno de ustedes le intriga el título del blog, de click aquí. Si están interesados en descubrir más acerca de la imagén del encabezado, entren aquí.

martes, 31 de marzo de 2009

Hoy pero mejor mañana

Hoy voy a salir
a ver una película
hoy me voy a ir
como señal de despedida.

Quizá me encuentre Abril
en las antípodas del mediodía
justo antes de arribar al puerto
justo después de doblar la esquina.

lunes, 30 de marzo de 2009

Tono suspendido

Después de todo
siendo razonables
el único inconveniente
de los celulares
estriba en el hecho
de que ella te llame
para decirte un día
que el viejo servicio
gratuito de besos
quedará suspendido
por falta de tiempo
y que ni siquiera tengas
la oportunidad de quejarte
(razonablemente)
colgando el teléfono
y utilizando el cable
para también
colgarte.

Despacio

Sucede que sucede que te he querido
mientras en Saturno volaba un poco del polvo
del polvo estelar del cielo
del cielo oscuro que no es mío

Sucede que lo que tenía que suceder
no sé por qué
no ha sucedido

Y suceden tantas cosas estos días
como cuando uno se dice despacio despacito
casi al oído:

Por Dios de los dos que ha sido
por los dos de Dios que ha sido
dos por Dios
Dios por dos
hasta el infinito

martes, 17 de marzo de 2009

Hubo un tiempo que fue hermoso... (I)

Todo comenzo con la vida. Con Vida (1972), el primer LP de Sui Generis y terminó... nunca, porque sigue, crece y fructifica. Pero vamos a ponerle un punto final, para poder restringir lo que voy a escribir sobre toda una década (1972-1982). Voy a hablar de una persona, del señor Charly García. Y de un estilo, un proyecto, una evolución. Tal vez una de las más ricas de toda la historia de la música popular latinoamericana. En Argentina y durante diez años, Charly explotó todos los géneros, todas las formas y todos los contenidos. Unió los aspectos éticos del acontecimiento y del hecho con los puramente cognitivos de los compases, las escalas y, sobre todo, de la cultura pop. Así nació un discurso polifónico y nuevo, repleto de matices interesantes, pero a la vez, periférico y juvenil. Un discurso que refractó las intenciones del Mayo frances a través de la óptica sudamericana, repleta de dictadores, clases rígidas e hipócritas, solares carcomidos y emergentes grupos sociales marginales. Así nació Vida y Sui Generis. Pocas personas se preguntan el porqué de los nombres de los grupos de rock o pop, en el caso del dúo formado por Nito Mestre y Charly, la respuesta cae por el propio peso de los hechos; era el ambiente, el aire que olía raro, seguro... a pólvora. La Revolución Argentina (1966-1973) es el campo de cultivo para las preocupaciones e insatisfacciones de toda la subclase juvenil-adolescente de aquellos años. La creciente violencia político-militar y el aumento de las protestas civiles y estudiantiles a imagen y semejanza de las desarrolladas en París, Praga y México D.F. fueron los detonantes de la agitación y la efervescencia en la que vivían los hippies de la época. Eso por el lado ético, es decir, moral, religioso y social. La historia tiene un equivalente cognitivo; los nuevos símbolos. La imágenes revolucionarias auténticas: el Che, la Revolución Cubana, las nuevas drogas, la Libertad sexual, la Liberación femenina, el existencialismo, los movimientos espirituales New Age. Todos importantes. Y en el plano musical, dos grandes influencias: la Nueva trova cubana y la Música beat (heredera de la Beat generation y del rock and roll). Estos modelos van a emerger junto a dos figuras importantísimas de la música en nuestro idioma: Víctor Jara y Violeta Parrá. De este modo en Argentina, cual reflejo natural, salió toda una generación de leyendas de la música de autor: Mercedes Sosa, Lito Nebbia, León Gieco, Raúl Porchetto, Moris, y, por supuesto, el ya mítico Tanguito. Pues bien, de ese amasijo disforme, de todas esas corrientes que se cruzaron y entrecruzaron hasta hacerse inseparables, de Dios y el Diablo, emergieron los dos pilares del rock argentino: Luis Alberto Spinetta y Charly García. Y de estos a su vez otros tres grandes, los herederos del Imperio: Andrés Calamaro, Fito Páez y Gustavo Cerati. Cada uno desarrollo y amplio un modo diferente de componer y escribir, de estar y de ser, pero en esencia, no inventaron casi nada. Porchetto tuvo el look de Dylan mucho antes que Andrés, el Charly de Sui era parecido al Paéz del primer disco aunque más melódico, y Spinetta experimentó, y sigue haciéndolo, desde antes con lo electrónico que Cerati. Por eso cada uno de ellos reconoce sus propias filiaciones y las honra y respeta. Esa es la clave del rock argentino hasta antes del 2000, el respeto a la Catedral que se había construido detrás de uno. Digamos que se desconocía el parricidio. Y ahora viene lo bueno, vamos a tocar los discos. Hoy comenzaremos con Vida (1972). Es curioso que la primera canción de un disco que se llama Vida comiencé con un tema titulado "Canción para mi muerte". Y que tenga en medio una estrofa como esta: Es larga la carretera cuando uno mira atrás vas cruzando las fronteras sin darte cuenta quizás. Tomate del pasamanos porque antes de llegar se aferraron mil ancianos pero se fueron igual. Es en el fondo la canción de alguien que esta cansado de vivir, es por eso pesimista. No hay ni una pizca de ingenuidad en ella. Es una elegía. Habla sobre lo efímera, lo cruel y pasajera que es la vida. Es por eso que esta llena de necesidades. Y la necesidad más grande es la mujer para el hombre, es el amor de la unión. Por eso "Necesito" cae como anillo al dedo. Sobre este tópico vuelve Charly én la siguiente canción, pero con el agregado del desengaño: Un día descubrí que empezaba a crecer reí, lloré y creí. De pronto fui un varón que no tenía mujer y quise poderla conseguir. ¡Que tonto fui! Se rio de mí. Pero el yo ha madurado y puede ver el lado irónico de todo eso para continuar diciendo: Y qué iba a hacer, me reí también. Sin embargo, "Dime quién me lo robo" es más la alegoría de la perdida de la fe y del ostracismo. Luego, una pausa, la primera del disco: "Estación"; bello poema que vale la pena trascribir completo. Juega con la idea de lo público y lo privado, lo tierno y lo salvaje, lo ideal y lo temporal. Es el reflejo de las contradicciones del momento, de una sociedad que empieza a abrir las puertas que ocultaban sus sentimientos, que se aleja de los tabués, que nace de verdad: Todos sabemos que fue un verano descalzo y rubio que arrastraba entre los pies gotas claras de mar oscuro. En el pecho dos médanos eternos y en los ojos un cielo transparente que miraba detrás del sol serena y furiosamente. Quizás sepan que tenía una eterna compañera que reía y se entragaba desnuda sobre la arena que volaba cuando estaba en algún sueño, para despertarse dentro de su dueño, al que le daba su amor hermosa y salvajemente. Así la máquina entra en movimiento porque se va el tren, se va lejos... "Toma dos blues" es eso, el proceso dinámico del tiempo, son los aires de libertad que se respiran, la condición nueva del hombre en medio de la sociedad, pero, es también, la canción más oxidada del disco. Un blues que nos muestra más el virtuosísmo interpretativo de dos chicos que sus intenciones. "Natalio Ruiz, el hombrecito del sombrero gris" y "Mariel y el capitán" son dos temas excepcionales porque comienza a penetrar el discurso de los otros en el discurso del yo que nos cuenta esas historias, esos discursos situan históricamente al disco, lo hacen ser parte de una ideología (la de la clase burguesa de los setenta de los señores y señoras bien) y dialogar con ella irónica o paródicamente. Basta con estos ejemplos: Dónde estás ahora, Natalio Ruiz el hombrecito del sombrero gris? Te recuerdo hoy, con tus anteojos, ¡que hombre serio paseando por la plaza! -------------------------------------------- El consorcio festejó y del capitán se habló y las damas satisfechas sonrieron pero el capitán faltó y a la reunión no asistió era natural estaba con Mariel ¿a dónde estaba él? "Amigo vuelve a casa pronto" retorna al registro de la confesión y el diálogo de las anteriores canciones y sirve para confirmar lo dicho sobre el contexto socio-cultural: Tus palabras ya son muy lejanas y tu voz de paridad se va, amigo mío, vuelve a casa pronto cuentame todo, cambiame todo, necesito hoy tu resurrección, tu liberación, tu revolución. "Quizás porque" esta construida a modo de serenata y juega con eso desde el inicio: Quizás porque no soy un buen poeta puedo pedirte que te quedes quieta hasta que yo termine estas palabras. Imita el estilo del trovador medieval y juega con los personajes propios de dicho modelo y tiempo: el poeta, el pintor, el soldado, el noble y el comerciante. Pero al final de cuentas, el trovador (como el tonto, el bufón y el pícaro) es un desclasado y no es nada, y desde ese lugar tiene mayores cosas que ofrecer porque es la voz que critica el orden convencional de las cosas: Quizás porque no soy nada de eso es que hoy estás aquí en mi lecho. Y aquí viene lo más interesante. Dijimos que el disco comenzaba con "Canción para mi muerte" y ahora termina con "Cuando comenzamos a nacer". Es una inversión del tiempo cronologíco y biológico normal. He aquí el porqué digo que el disco responde a una intención y está ordenado adrede bajo determinados parámetros. Lo que anteriormente fue asimilado sin consecuencias ahora es sopesado con el pesimismo del neonato. Es una gran Contra... Contra los sueños y las fantasías: Cuando comenzamos a nacer, la mente empieza a comprender que vos sos vos y tenés vida. Que poca cosa es la relidad mejor seguir, mejor soñar que lo que vale no es el día. Pero el sol está, no es de papel, es de verdad. Contra la ingenuidad: Tenés una boca para hablar y comenzás a preguntar y conocés a la mentira. Contra la aventura y la vida hippie: Con tus piernas vas a caminar y te comienzan a encerrar y te quedás con tu rutina. ¿Y qué vas a hacer? Uno se cansa de correr. Contra el amor irresponsable y el amor loco: Llenas tus valijas de amor y te vas a buscar el cuerpo de una mujer y descubrís que amar es más que una noche y juntos ver amanecer. Poco a poco vos te conformás si no es amor es tuya igual y vos le das lo que te pida Contra la vida auténtica: pero si te ofrecen el final dirás: igual me he de quedar, porque soy yo, porque es mi vida. El "Posludio" que cierra el disco, parodia compositiva del preludio abierto y libre, es el simbolo de interrogación para una pregunta abierta: Si la vida es esto ¿vale la pena seguirla padeciendo?

martes, 10 de marzo de 2009

Los amigos van y vienen, pero siempre quedan


Me acabo de dar cuenta de lo desafortunada de la frase anterior, pero la dejo porque en el fondo es muy cierta (al menos para mí).

Hace unas semanas una amiga "esclava" se fue a Bolivia para continuar sirviendo al Señor en Santa Cruz desempeñándose como docente (muy decentemente, claro) de una escuela de la zona.

En un par de días otro amigo regresa a Argentina para estudiar.

Dos personas diferentes que han compartido espacios diferentes y a los que asocio con amigos diferentes, con lugares diferentes en tiempos diferentes.

Cristabel y el Asilo Canevaro, el Magis en general y los voluntarios, los jesuitas y las esclavas, los retiros, las visitas y los famosísimos after.

Israel y Calabozos y Dragones, los Cósmicos, las amanecidas en casa de José, las "reus" después del trabajo en casa de Mapi, Lathánder y Kitty y el hitazo del verano: Shinigami.

Ambos pásenla bien en donde estén y recuerden a los que se quedan por acá.


Y así como unos se van otros quedan. El sábado me reuní con los chicos de la promo del cole. La gente Trilce. Fue un reecuentro emotivo y altamente etílico en donde corrió harta "chela" y del que prometimos hacer una costumbre periódica. Luis Miguel y Percca, a quienes no veía desde hace más de cuatro y dos años, respectivamente; Carlos y Privat, con ellos unos tres más o menos. Recordamos y rajamos como viejas chismosas, cada uno con otras preocupaciones y perspectivas en mente pero igual los mismos chicos del cole.

A ver cuando un cevichón, prometó que no estaré ronco la próxima, pero ya se sabe, son los riesgos de la vida bohemia.


Son los riesgos, ni hablar.