El pasado 10 de octubre este blog cumplió 1 año de vida y su humilde portador, es decir, el Cesarino tuvo la suerte de celebrarlo en compañía de dos buenos amigos. El punto de encuentro -como tenía que ser- fue el Jockey Club minutos antes de las 9 pm. La excusa: Fito.
Hora y media de concierto, aplausos, salida del maestro, vuelta y veinte minutos más, otra salida, ovación, otra vuelta y por último, paroxismo ante él, por él. Todo, todito con un pianito y los diez dedos del flaco. Y la vida que ese noche iba y venía por entre nosotros.
Tres anecdotas:
1) Nos colamos y escuchamos los primeros 20 minutos desde VIP.
2) Había uno que otro "fan de grandes éxitos" que no salía de las canciones conocidas y que en el resto se callaba, felizmente.
3) Al final, cuando un grupo de fanáticos se pegó al escenario a gritar para que salga Páez por tercera vez, tuve la suerte de verlo cantar a 3 metros de distancia.
Recuerdos imborrables, temas clásicos reversionados como en su último disco (No sé si es Baires o Madrid) y del anterior (Rodolfo), configuraron esa noche mágica, en la que el Rosarino nos confesó que amaba a Chabuca y en la que nos regaló una versión a capella del Yo vengo... y una coda hermosísima para rematar Mariposa...
Alegría, alegría; y ya verás como trasformaste el aire del lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario