yo no soy el autor de este discurso
yo es otro
yo somos todos tú, él, ella, elle, ustedes, nosotres
todes
no somos una generación
las generaciones nacen para morir somos una transgeneración
no tenemos edad ni hábitos de consumo
somos una degeneración
no creemos en la diferencia sexual ni en el pecado
no somos héroes ni heroínas
los halagos con los que nos arropan no son más que otra de las tácticas del gatopardismo
tampoco tenemos nada que ver con el bicentenario de una nación de criollos y mistis
dejen de ponernos nombres de mierda
dejen de contaminarnos con su necropolítica
hemos tomado la palabra como hemos tomado las calles
para denunciarlos
para condenarlos
para verlos caer
y con ustedes, viejos lesbianos, al régimen que los ha producido porque ustedes no son más que los operadores de un dispositivo transnacional que sodomiza a los pueblos y, luego, los prostituye con el mejor postor
pero no han logrado exterminarnos somos les sobrevivientes del tecnogenocidio
el semen cancerígeno de sus instituciones misóginas y autoritarias
no ha podido
nunca podrá
¡teman!
el tiempo de la gran castración ha llegado
su descendencia no escribirá otra página más en los libros de Historia
desterraremos también esa maldita palabra Historia, de nuestros vocabularios
haremos lo mismo con el Individualismo porque se ha convertido en el opio que adormece a los imbéciles imbéciles que creen en el mantra de que todo cambio empieza por uno mismo
ja
no pararemos hasta abolir cada palabra escrita con mayúsculas
si piensan que estamos frustrades porque no tenemos dinero en los bolsillos y que, cuando el PBI vuelva a darnos sus migajas, volveremos a chuparles las vergas, no han entendido nada
los centros comerciales, los hospitales, las universidades, los ministerios siempre fueron para ustedes, los ciudadanos de primera clase, los sujetos modernos
nosotres nunca fuimos modernes
ya no soñamos con ser cultes, sanes, civilizades, occidentales
hemos despertado y nos sabemos ignorantes, salvajes, puteriles, tullides, indígenas y todos los otros nombres de la mutación
estamos en transición constante y desde esa posición intervalar decretamos la transformación inexorable del país, del mundo
nosotres no queremos, deseamos
(el deseo es construido y difícil de satisfacer)
por eso no nos basta la promesa de una segunda urna*
tampoco la de una segunda república si esta no reniega antes del dogma del estado-nación
lo que deseamos es devenir-emancipades, revolucionaries, y eso pasa por comenzar renunciando a todo nacionalismo, a todo colonialismo, a todo depredacionismo
si piensan que solo reclamamos un papel nuevo al que llamar constitución, están equivocados y siguen sin entender nada
las constituciones son el testamento de los pueblos y se escriben cuando estos han muerto
no deseamos necroconstituciones
lo que exigimos es renunciar a la sangre, al suelo y al cuerpo como ley
esa ley ha tenido muchos nombres en el pasado
hoy se llama capitalismo
el capitalismo que nos reduce a máquinas de producción y reproducción con el único fin de seguir cebando a los ricos, a los poderosos, a los defensores del orden establecido
el capitalismo que se inserta en nosotres a través de la globalización de la cultura de la muerte, de la necrocultura difundida por los medios de comunicación y la publicidad
el capitalismo que establece cuáles son los límites de lo posible, y persigue y desaparece a quienes se atreven a pensar lo imposible
el capitalismo que nos ha dicho que lo único que poseemos son nuestres cuerpes y nuestro egoísmo y que ni siquiera eso podemos compartir con les demás
el capitalismo que es sinónimo de criminalidad, despojo, adicción y violencia
a él hemos venido a acusar, a exorcizar, a abortar
y lo primero que haremos será dejar de exigir derechos que han sido escritos por manos de hombres blancos, heterosexuales y colonizadores
vamos a escribir nuestros propios derechos y los tatuaremos sobre nuestra piel para que ninguna quema de libros nos los vuelva a quitar
y serán derechos no humanos: vegetales, animales, maquínicos, articulados con gestos, con gruñidos, con fluidos sin autor y sin firma, mezclados en inmixión desde siempre y para siempre, como la voz que emite este discurso que más que discurso es grito de guerra, llamado nómade a abandonar las estepas y los desiertos del silencio, a los que nos expulsaron, y bajar para quemar fronteras, iglesias y parlamentos
porque somos una banda criminal, una horda, un virus y ninguna policía, ninguna muralla, ninguna vacuna va a evitar nuestra propagación descontrolada, nuestro imperio bárbaro, nuestro amor incestuoso e infinito que desconoce los sexos, los géneros, las razas, las nacionalidades y demás patrañas con las que nos mantuvieron, largo tiempo, temoroses, dividides, patologizades
¡teman!
hemos tomado la palabra como hemos tomado las calles
para denunciarlos
para condenarlos
para verlos caer
y para inventar la vida poscapitalista del porvenir
* Para una Asamblea Popular Constituyente
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